Tras las elecciones del 20 de
diciembre, creo que casi todos en el PSOE nos planteamos la opción de una
abstención con una dura negociación. Pero posteriormente Rajoy demostró que no
estaba en ese juego, que estaba dispuesto a no presentarse a la investidura y
jugar con el Rey, con la democracia y con los españoles condenándonos a una
especie de purgatorio constitucional.
El 28 de diciembre, el Comité
Federal, máximo órgano entre congresos de este partido, decidió construir un
muro de contención a Rajoy, a su gobierno y a sus políticas.
Quiero creer que cuando el Comité
Federal tomaba este acuerdo estaba pensando en el bien de los españoles y
además conocía que en caso de no salir adelante una investidura, la
Constitución establece que se celebren nuevas elecciones, como así pasó.
Tras las elecciones del 26 de
junio, el Comité Federal no sólo no perforó ese muro, sino que lo fortaleció
apostando por el ya célebre #NoEsNo y lo hizo unánimemente.
Los medios de comunicación, el
poder económico, el Ibex 35, la derecha española ha puesto en marcha la
maquinaria para presionar al PSOE como no se recordaba desde la dimisión de
Adolfo Suárez en 1981.
Cabe preguntarse si durante estos
meses, el PP ha recorrido un camino hacia la regeneración, renovación y cambio
que permita al PSOE cambiar de criterio.
Haciendo un rápido repaso a estos
meses nos encontramos que:
- El alcalde de Granada Torres
Hurtado fue detenido, investigado y hoy Granada tiene alcalde socialista
- Se imputó a todo el grupo
municipal del PP de la 3ª ciudad española, Valencia
- Se ha imputado a la senadora
blindada Rita Barberá
- Se ha puesto en marcha la
operación Taula
- Hemos seguido conociendo
relatos de la Púnica y el reconocimiento de Granados de que el millón de euros
no era de Ikea, sino suyo
- El ministro de Industria, José
Manuel Soria mintió a los españoles y disponía de empresas en paraísos
fiscales. Dimitió y el mismo día de la investidura, conocimos que el señor
Rajoy quería colocar a su amiguete en el Banco Mundial
- El jefe de la policía, aquel
que debe velar por la seguridad, libertad y respeto a los derechos de los
ciudadanos, el ministro del Interior Fernández Díaz, utiliza su despacho para
reunirse con el imputado Rato y espiar y conspirar contra la oposición
- El Gobierno en funciones ha
vuelto a meter la mano en la hucha de las pensiones
- El lunes, El Mundo lleva a
portada cómo el PP distribuía el manual del buen corrupto a sus sedes y
agrupaciones locales
- Esta misma semana, el amiguete
Correa nos está contando ante los tribunales como operaba la financiación en B
del PP en los últimos 20 años
Sinceramente, ¿lo mejor para los
españoles es que esta banda de presuntos delincuentes sigan en el gobierno un
día más?
Mi opinión es reflexiva, moderada
y serena. Antes, nuevas elecciones para que los españoles decidan, a hacer
presidente del Gobierno a Mariano Rajoy con el voto de las clases medias y
bajas, con el voto de los pensionistas a los que les ha hecho pagar sus
medicamentos, con el voto de los obreros y trabajadores que han visto
precarizado su empleo, con el voto de las mujeres, de los jóvenes y de tantos y
tantos millones de españoles que confiaron en el PSOE, y en su alternativa por
el cambio.
Cuesta mucho recuperar la
credibilidad. Mucho trabajo y mucho tiempo. El PSOE se desangró en 2011, por el
giro político llevado a cabo en mayo de 2010. Y se siguió desangrando a partir
de 2011 por no erigirse en una dura oposición al Gobierno de los recortes, de
la corrupción y de la injusticia. Pero en unas condiciones muy duras y
difíciles, el PSOE obtuvo 5 millones y medio de votos el 20 de diciembre. Y en
una situación aún más desfavorable, con los medios de comunicación y las
encuestas martilleando durante un mes que la cosa estaba entre Rajoy e
Iglesias, el PSOE volvió a repetir con 5 millones y medio de votantes. Esos
votos están ganados y consolidados.
Hay ahí fuera millones de
personas que votaron al PSOE en 2004 y en 2008, que se fueron del PSOE en 2011
y que están deseando volver, que están deseando tener motivos para creer de
nuevo en el PSOE. Son personas que si el PSOE se mantiene en el #NoEsNo,
apostando por la alternativa a Rajoy y por el cambio, volverán. Puede que
muchos vuelvan ya en diciembre en estas nuevas elecciones.
Si se opta por hacer presidente
del Gobierno a Rajoy, no sólo no volverán estos millones de españoles de
izquierdas, socialistas. Sino que dentro de los 5 millones y medio de votantes
que tiene el PSOE ahora mismo, muchos se irán. Y dentro de 2, 3 ó 4 años, nos
recordarán en las urnas el atentado democrático que supuso hacer a Rajoy
presidente con sus votos.
Los medios de comunicación y las
encuestas que en junio construyeron el oasis de que el PP y la extrema
izquierda estaban empatados y que el PSOE sólo tendría que elegir si hacer
presidente del gobierno a Rajoy o a Pablo Manuel Iglesias, han empezado a
bombardear de nuevo. Y aparecen encuestas que señalan que el PSOE baja y que el
PP sube. Es mentira. Vuelve a ser tan mentira como en diciembre y como en
junio. Quienes sostienen que en diciembre de 2015 comenzó un cambio de
tendencia que se consolidó en junio, según la cual el PP sube, sube y sube, se
equivocan.
Las elecciones de junio hay que
estudiarlas en su justo contexto. En ese contexto de un miedo generalizado a
que la extrema izquierda ganara las elecciones y sólo 3 días después de que se
produjera el bréxit en el Reino Unido y 2 días después de que las bolsas se
dejaran entre un 15 y 20%.
Muchos votantes socialistas,
desanimados por ese contexto construido, se quedaron en casa.
Un millón de personas que dejaron
de votar a la extrema izquierda, no vieron en el PSOE el voto útil.
Y muchos votantes de C’s o que no
habían votado en diciembre, salieron de nuevo a votar al PP contra Podemos,
contra la extrema izquierda.
Sólo así se explica lo que
ninguna encuesta fue capaz de presagiar, y es que el PP avanzaba desde los 123
a los 137 escaños.
Pero descartado ese medio, puesta
la extrema izquierda en su lugar, con un PSOE que le hizo el sorpasso en junio,
viendo que es inútil que el PP gane las elecciones porque Rajoy no podrá formar
gobierno y sobre todo atendiendo a como la corrupción sigue siendo el pan
nuestro de cada día, yo rechazo esa idea y esos augurios.
Durante 40 años este pueblo no
fue libre y no pudo votar. No podemos satanizar las elecciones. Es lo que nos
hace iguales, lo que nos hace libres y lo que nos hace dueños de nuestro
futuro.
Y si hay elecciones, lo que hay
que hacer es salir a la calle y decirle a todo el mundo, que sólo habrá cambio
en España si el PSOE gana las elecciones. Y salir a ganar. Y creer en esa
mayoría de españoles que lo están pasando mal y que quiere un cambio en este
país.
@ajcalzado