sábado, 29 de abril de 2017

Turrión, al rescate de Rajoy


Hace poco más de un año, Mariano Rajoy estaba contra las cuerdas. Las elecciones del 20 de diciembre de 2015 habían provocado un terremoto político y el Partido Popular había visto como su mayoría absoluta de 186 diputados se derrumbaba por debajo de los 120, como consecuencia de perder 4 millones de votos con respecto al año 2011 y muy principalmente por tres motivos:
  1. La corrupción sistémica, por ejemplo Gürtel o Púnica
  2. El incumplimiento del programa electoral, como la subida de impuestos
  3. Las políticas antisociales, ejemplo la Reforma Laboral o el copago.


Justo el día que el Rey se reunía con Mariano Rajoy y le iba a encomendar el encargo de formar gobierno (22 de enero de 2016), el comunista Pablo Manuel Iglesias (en adelante, Turrión) salió a su rescate para echarle un salvavidas. En aquella rueda de prensa que pasará a la historia, se postulaba la Vicepresidencia plenipotenciaria con la portavocía, el CNI y el CIS y se encargaba de distribuir los principales ministerios "sociales" entre sus amiguetes: Justicia (con la posibilidad de nombrar al Fiscal General del Estado, que no de la Patria), Interior (con os mandos de los policías y Guardia Civiles), Defensa, mientras dejaba Economía en manos de su amigo Alberto Garzón


Esa rueda de prensa cambió el curso de los acontecimientos y dio la excusa perfecta al Presidente en funciones, Mariano Rajoy para renunciar al mandato real y daba falsas esperanzas de un cambio de gobierno. Dos meses después de la foto, el socialista Pedro Sánchez se sometía a la investidura para un cambio de gobierno, para prejubilar a Rajoy y expulsar a su Gobierno. Pero aquel día, Turrión derramó cal viva en el candidato de izquierdas y ahogaba las esperanzas de millones de españoles. Los diputados podemitas votaron "no" en bloque con los diputados del PP y blindaban la Moncloa para Rajoy, aunque para ello hubiera que pasar por unas nuevas Elecciones Generales que dibujaron un panorama muy similar al del 20 de diciembre con una novedad: el PSOE daba el sorpasso a todos los partidos que quedaban a su izquierda. 

Ahora, un año más tarde, cuando los cimientos sociales volvían a temblar por los nuevos casos de corrupción, con la prisión incondicional de Ignacio, Nacho, González, con la dimisión de Esperanza Aguirre, con el uso que el Gobierno hace de los instrumentos del Estado (con el Fiscal General Anticorrupción obstruyendo la investigación), con el Secretario de Estado de Seguridad reuniéndose con el hermano de Nacho, con la operación "Lezo" en todo su apogeo y Rajoy, en las Américas, desaparecido en combate,.. con la delegada del Gobierno en Madrid investigada y las empresas de Montoro en el disparadero... cuando los medios de comunicación denunciaban los nuevos episodios, cuando las encuestas empiezan a echar humo, cuando se empezaba a poner en peligro no sólo los Presupuestos Generales del Estado sino también la Legislatura, vuelve Turrión al rescate de su amigo, de su camarada de su antagonista perfecto Mariano Rajoy. 


Y lo hace... con una foto semejante a la de la vergüenza de los ministerios de hace un año. Sin Errejón, pero con Garzón... y con chaqueta. Con la solemnidad que requiere la ocasión para anunciar que ha empezado a hacer algunas llamadas para unas futuras reuniones con la intención de presentar una moción de censura al Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. 

Con ello, ha sacado de primera plana y de las portadas los casos de corrupción del PP, para pasar a ser él, Turrión, el centro de la vida política... una vez más. Para eso vino Podemos a la política, para dar espectáculo y ganar cuota de pantalla y minutos de share. La política le aburre, el trabajo diario en el Congreso es muy tedioso y la presentación de medidas y proposiciones para mejorar la vida de los españoles no van con ellos. Turrión y su PP, el Partido Podemos, fue el instrumento que Rajoy y la derecha de este país alimentó para seguir gobernando por los siglos de los siglos. 

¡Adelante! El show debe continuar. 


@ajcalzado

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