El primer golpe fue
ibérico y en el mismo año: 2011. En medio de la mayor crisis económica de los
últimos 70 años, el Partido Socialista en Portugal pasaba de gobernar con
mayoría absoluta a la oposición y el PSOE se dejaba 59 escaños y veía como el
partido conservador conseguía una holgada mayoría absoluta.
El segundo golpe
fue en Grecia, donde el PASOK, se dejó más del 70% de los votos que le habían
llevado a gobernar con mayoría sólida en 2009 tras una nefasta gestión del
partido conservador que había mentido en las cuentas públicas. Posteriormente
recibía la puntilla al apoyar a ese partido, Nueva Democracia en un gobierno de
gran coalición.
El tercer golpe fue
en un país nórdico, Noruega, en 2013. Allí donde el partido socialdemócrata
lleva 100 años ganando elecciones, el bloque conservador formado por hasta 4 formaciones le arrebataba el poder.
Los últimos mazazos de la socialdemocracia se han recibido:
- En el Reino Unido, con mayoría absoluta de Cameron
- En Irlanda donde la mayoría absoluta fracasó y llevó a la marginalidad al Partido Laborista
- En España, donde el PSOE obtuvo los peores resultados de la actual democracia tanto el 20 de diciembre como el 26 de junio con poco más del 22% de los votos y menos de 100 escaños
- En Austria, donde el candidato del SPÖ no llegó ni al 15% en las Elecciones Presidenciales y vio como estuvo a punto de alcanzar la jefatura del Estado un candidato de extrema derecha filonazi.
- En Francia, donde el Presidente Hollande y el primer ministro Manuel Valls han sido desahuciados por sus propios militantes por un mal gobierno que no ha sabido defender las políticas socialdemócratas que prometió en 2012.
En este contexto
europeo e internacional si sumamos el resultado del 8 de noviembre en los
Estados Unidos y en un año, 2017, clave para el futuro de la Unión Europea, el
SPD alemán tomó la decisión de sacrificar al Presidente del Parlamento Europeo,
Martin Schulz para la política nacional. Y esa decisión ha resucitado a uno de
los partidos socialdemócratas más antiguos de Europa.
Martin Schulz, presidente del Parlamento Europeo hasta enero de este año |
El SPD desde el
acuerdo de gran coalición con Merkel en 2013 ha vivido en encefalograma plano
con tendencia bajista, haciendo peligrar la barrera del 20% de los votos. Sin
embargo, la elección de Schulz ha resultado un revulsivo casi sin precedentes
en la política europea. Desde entonces y en casi todas las encuestas, el SPD ha
pasado del 20 al 30%, de estar a 15 puntos de la coalición conservadora
CDU/CSU, a llegar a superarle en una decena de encuestas.
El mensaje de
Schulz ha sido claro. Alejarse de las políticas conservadoras, romper con la
CDU/CSU de Merkel, salir al rescate de una Unión Europea solidaria con los
refugiados, asegurar el Euro, hacer más Europa garantizando la permanencia de
países como Grecia y ya en política local, consolidar el salario mínimo
interprofesional e imponer un ambicioso plan de políticas sociales.
Evolución de la estimación de voto en Alemania desde 2013 |
En las últimas
encuestas el bloque de izquierdas (SPD – Green – De Linke) alcanza entre el 46
y 48% y podría tener al alcance la mayoría absoluta, mayoría absoluta que ya
sumaron en 2013 pero que el anterior candidato del SPD no quiso promover. La
experiencia en Portugal, que ha catapultado al Partido Socialista y a su primer
ministro Antonio Costa parece haber convencido a Schulz y al SPD en su conjunto
y además mostrarían un cerrojo a la extrema derecha encarnizada en el partido
AfD. ¿Habrá tripartito en Alemania?
Antonio Costa, presidente del Gobierno de Portugal y líder del Partido Socialista |
En las próximas
contiendas en los distintos landers alemanes se verá qué resultados obtiene la
socialdemocracia y si realmente apuesta por un giro hacia la izquierda. Pero lo
que no cabe duda es que las encuestas sonríen al candidato Schulz y por primera
vez en una década se atisba la posibilidad de que el SPD gane las elecciones y
relance a la socialdemocracia europea.
@ajcalzado
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