Avanzó el año 2015 y tras las elecciones Autonómicas del 22 de marzo de 2015 en las que arrasaba el PSOE de Susana Díaz, siguieron varios errores tácticos y estratégicos de Pedro Sánchez que condujeron al PSOE a un mal resultado en las Elecciones Generales del 20 de diciembre #20D.
5.- “Ni Bildu, ni PP”.
Los efectos de las Elecciones
Municipales y Autonómicas, dejaron una amarga frase para el recuerdo pronunciada
por Pedro Sánchez primero y seguida hasta la extenuación por su consejero
delegado César Luena: “El PSOE acordará y
pactará con todas las fuerzas políticas, excepto con el PP y Bildu”. En una
sola frase, Pedro Sánchez situaba a la misma altura de la balanza, el plato de
las víctimas (PP) y el de los verdugos (Bildu) en una de sus citas más
desafortunadas como Secretario General del PSOE, al mismo tiempo que difuminaba
su discurso regenerador de un rancio sectarismo más propio de otros tiempos. Y además, se
demostraba falso. Pues en algunas pequeñas localidades, el PSOE si pactó tanto
con el PP como con Bildu. Con más de 8.000 municipios, se hace casi imposible
que no puedan producirse dichos pactos.
6.- Carta blanca para desalojar al PP a toda costa.
Unas elecciones Municipales y
Autonómicas son seguramente las más importantes y complejas de las que se
producen en España, por el enorme poder que tanto los municipios, diputaciones
y autonomías ostentan. El Comité Federal del PSOE, al dictado de lo que
ordenaba el Secretario General, dio carta blanca para que cada candidato
socialista allí donde estuviera, llegara a los acuerdos necesarios para formar
gobierno. El resultado fue de lo más variopinto: concejales socialistas de
Cataluña haciendo alcaldes/as a candidatos de la anarquista-anticapitalista CUP, de la
independentista ERC o de las candidaturas en las que se integraban Podemos.
Pactos para todos los gustos y de todos los colores, sin que el Secretario
General impusiera un mínimo de cordura a la hora de pactar. La consigna parecía
clara: desalojar al PP costara lo que costara. Si había que apoyar a las CUP,
pues se le apoyaba. Y Si había que hacer alcalde a la 5ª fuerza, se le hacía. Y
si había que quedarse sin gobernar (como en el caso de Barcelona o Madrid), se prefería dar
el poder a podemitas.
7.- El PSC-PSOE deja que C’s tiña el cinturón… de naranja
En septiembre de 2015 se
celebraban las Elecciones al Parlamento de Cataluña en uno de los años más
electorales de las últimas décadas en España. El PSOE desembarcaba en Cataluña
en auxilio de un PSC que según las encuestas sería superada por C’s y por
Cataluña Si Que Es Pot (la candidatura de Podemos, ICV, Equo, EUiA y una decena
de agrupaciones locales en las que no se integraba la Barcelona en Comú de Ada
Colau). El resultado electoral era sorprendente. La lista de Juntos por la Tierra
Prometida se quedaba muy lejos de la mayoría absoluta (con un 39% y 62
diputados), C’s con un discurso claramente de permanencia de Cataluña en España
conseguía colorear de naranja el otrora cinturón rojo de Barcelona ganando
incluso en L’Hospitalet de Llobregat, allí donde el PSC era hegemónico e invencible. El PSC
aún así, resistía en la tercera posición con 16 diputados y superando
ampliamente al partido de Coleta Morada que quedaba empatado con el PP con 11
diputados y entraba en una zona de depresión.
Sólo Cornellá, Santa Coloma de Llobregat y Badá del Vallés se mantuvieron 'rojos' |
8.- Una campaña anti C’s da vida a Podemos
Habían concluido todas las
Elecciones Autonómicas (incluida Andalucía y Cataluña), y Podemos que aspiraba
a desplazar al PSOE (en Asturias, Madrid, Aragón, Baleares o Valencia), sólo
había conseguido una victoria pírrica por la mínima en Navarra. Hubiera sido el
momento de asentar un golpe definitivo a los comunistas – peronistas –
troskistas – leninistas podemitas en sus horas más bajas de ánimo y de cosecha
electoral. Nos adentrábamos en la precampaña y posterior campaña para las
elecciones del 20 de diciembre de 2015.
Y sin embargo, Pedro Sánchez orientaba
todos sus ataques, no a quien le hacía la máxima competencia electoral
(Podemos), sino al PP y C’s, combatiendo por un electorado “centrista” minado
de partidos (también zona de UPyD y de partidos nacionalistas moderados como CC
o PNV) y dejando toda su margen izquierda, para que Podemos a fuerza de sumar
siglas y apoyos, se rehiciera del 10% en el que le hundían varias encuestas y
añadiera además el factor épico de “reconquista” a su campaña electoral. Hasta
el punto de que los últimos sondeos venidos de Andorra, situaban a todas las
candidaturas podemitas por encima del PSOE. Erró el Secretario General en la
táctica a seguir por el partido, poniendo techo de cristal (en el 22%) a su
resultado.
Estos y otros errores condujeron al resultado del 20 de diciembre, en el que el PSOE no aprovechaba la hemorragia del PP que se dejaba más de 60 diputados y 4 millones de votos y retrocedía desde los 110 diputados de 2011 a 90 diputados y quedándose con un 22% del voto. Llegaba el sorpasso: todas las candidaturas de Podemos, Equo, sus confluencias e IU sumaban 6 millones de votos, medio millón de votantes más que el PSOE.
@ajcalzado
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